martes, 16 de diciembre de 2014

afilando el hacha......



Esta historia de hoy me la contaron a mi en el master en coaching y me encanto me hizo pensar por eso os la cuento hoy.espero que os guste ;)

En el “Campeonato Mundial de Leñadores” que se celebra todos los años en Canadá, llegaron a la final un canadiense y un noruego llamados Peter y Johann respectivamente. Su tarea era muy sencilla. A cada uno de ellos se le adjudicó un sector del bosque. Aquel que talara más árboles entre las 8 de la mañana y las 4 de la tarde, sería el ganador.
 A las 8 en punto sonó el silbato y los dos leñadores se pusieron manos a la obra con destreza. Iban talando intercambiando golpe tras golpe hasta que a las nueve menos diez el canadiense oyó que el noruego se detenía… Advirtiendo su oportunidad, ¡el canadiense redobló sus esfuerzos!
 A las 9, el canadiense oyó que el noruego comenzaba a talar otra vez.
 Una vez más parecía que iban talando intercambiando golpe tras golpe, ¡hasta que a las diez menos diez el Canadiense oyó que el noruego se detenía! El canadiense perseveró, decidido a sacar el mayor partido posible de la debilidad de su adversario.
 A las 10 en punto, el noruego comenzó a talar de nuevo. Hasta que a las once menos diez hizo una nueva pausa. La confianza del canadiense iba en aumento, podía “oler” la victoria y prosiguió con su ritmo regular y constante. 
Y así sucesivamente a lo largo de todo el día. Cada hora a menos diez, el noruego paraba y el canadiense seguía talando. Cuando sonó el silbato a las 4 de la tarde señalando el final de la competencia, el Canadiense estaba absolutamente convencido de que el premio era suyo.

 Se podrán imaginar cuál sería su sorpresa al descubrir que había perdido…
 -¿Cómo lo hiciste?” le preguntó al noruego. “Cada hora a menos diez oía que te parabas. ¿Cómo demonios pudiste cortar más árboles que yo? ¡No es posible!”
 -Pues realmente es muy sencillo,” respondió el noruego con franqueza.“Cada hora a menos diez, paraba. Y mientras tú seguías talando, yo me dedicaba a afilar el hacha…”


y tu ?cuanto tiempo hace que no afilas el hacha?? afilar el hacha en coaching significa pararme a reflexionar donde estoy y hacia donde quiero ir en la vida.
No vale de nada en la vida poner mucho esfuerzo y sacrificio en algo si nose a donde quiero llegar 
Si tengo claro lo que quiero entonces ya tengo el 50% del exito.

martes, 2 de diciembre de 2014

Uno construye sus propias crisis



Hoy os voy a contar una historia de un hombre que vivía en la orilla de un camino y vendía perritos calientes. No tenía radio, ni televisión, ni leía los periódicos, pero hacía y vendía buenos perritos calientes.

Se preocupaba por la divulgación de su negocio y colocaba carteles de propaganda por el camino, ofrecía su producto en voz alta y el pueblo le compraba.

Las ventas fueron aumentando cada vez más, compraba el mejor pan y la mejor salchicha. Llegó un momento en que fue necesario comprar un carrito más grande, para atender a la creciente clientela. El negocio prosperaba.

Su perrito caliente era el mejor de la región.

Venciendo su situación económica inicial, pudo pagar una buena educación a su hijo, quien fue creciendo y fue a estudiar Economía en la mejor Universidad del país. Finalmente, su hijo ya graduado con honores, volvió a casa y notó que su padre continuaba con la misma vida de siempre y tuvo una seria conversación con él... ¿Papá, usted no escucha la radio? ¿Usted no ve la televisión? ¿Usted no lee los periódicos? Hay una gran crisis en el mundo!!! Y la situación de nuestro país es crítica!!! ¡Todo está mal y el país va a quebrar!

Después de escuchar las consideraciones de su hijo, el padre pensó... bien, si mi hijo Economista, lee periódicos, ve televisión, entonces solo puede tener la razón... y con miedo de la crisis, el viejo busco el pan más barato (más malo) y comenzó a comprar la salchicha mas barata (la peor) y para economizar dejó de hacer sus carteles de propaganda.

Abatido por la noticia de la crisis ya ni atendía con entusiasmo a sus clientes.

Tomadas todas esas precauciones, las ventas comenzaron a caer y fueron cayendo y cayendo y llegaron a niveles insoportables. El negocio de perritos calientes del viejo que antes generaba recursos para que el hijo estudiara Economía, finalmente quebró.

Entonces el padre, muy triste, le dijo al hijo: hijo, tenías razón, estamos en medio de una gran crisis y le comentó orgullosamente a sus amigos: bendita la hora en que envié a mi hijo a estudiar Economía, él me avisó de la crisis...

os suena a algo esta situacion?
Nuestros actos diarios son los que deciden nuestras situaciones.

Las acciones y decisiones que tomaste en el paso son las que han hecho que hoy estés en tu estado actual.

Las decisiones y acciones que tomes de hoy en adelante son las que decidirán tu Futuro. Trabaja cada día un poco mejor, un poco mas profesionalmente y con un poco mas de ilusión. Medita sobre tus errores y felicítate por tus éxitos. No importa como estén las circunstancias, siempre hay una salida, de hecho siempre hay un número infinito de salidas y gran parte de ellas correctas, solo es necesario llegar a identificar la idónea y tomarla cada vez. Tus resultados personales son la consecuencia directa de la calidad y la cantidad de tu trabajo. Mejora cada día un poco más la calidad de tu trabajo y verás como tu éxito mejora cada día más.